Chile es el principal productor mundial de cobre, y las proyecciones basadas en electro-movilidad, energía verde, etc., muestran que en los próximos años habrá una escasez mundial de suministro de cobre. Los procesos para obtener cobre producen desechos como ripios de lixiviación y relaves con inconvenientes ambientales y sociales. Las tecnologías actualmente en uso dejan importantes remanentes de minerales en esos relaves y ripios de lixiviación, dejándose entrever un interesante “tesoro escondido”.
Contamos con un proceso de recuperación de cobre soluble y otros minerales, desde relaves y ripios de lixiviación, cuyo concepto ganó el primer premio en un concurso de ideas, patrocinado por la gran industria minera y validado por los laboratorios de 2 universidades chilenas. El proceso recupera cerca de 100% de cobre soluble en 1 hora desde relaves y se encuentra debidamente protegido hasta el año 2035, a través de una patente de invención otorgada por el Instituto de Propiedad Industrial, INAPI.
En Chile hay alrededor de 14.000 millones de toneladas de relaves esparcidos por el país que aún tienen importantes minerales remanentes, dejados por los procesos metalúrgicos actualmente en uso. Dicho stock, sumado a los aproximadamente 600 millones de toneladas anuales generados en el país, más los relaves generados en las operaciones mineras en el exterior, implican en la práctica, contar con “materia prima infinita”.
Hay validación a escala de laboratorio en la Universidad Católica del Norte y la Universidad de Santiago. El siguiente paso consiste en construir un prototipo a escala industrial. El proceso está protegido por una patente chilena hasta 2035.
Nuestro proceso generará externalidades positivas:
implementación de procesos de economía circular, estabilización de relaves, mejora en la calidad de vida de la población circundante, diversificación de la productividad potencial, generación de materia prima para las actividades de construcción, reservorio de agua y agricultura. No se necesitan edificios o infraestructuras adicionales, toda vez que el procesamiento se realiza in situ, a través de plantas modulares móviles.
Dado que no existe una solución comercial, implementada en la minería, para recuperar minerales solubles desde relaves, no hay competidores. Por otro lado, la competencia productiva en la minería no existe ya que la demanda mundial de cobre y tierras raras, impulsada por la movilidad eléctrica y la producción de energía verde, entre otros, no será cubierta por las operaciones actuales.